viernes, 15 de noviembre de 2013

viernes, 24 de mayo de 2013

Por qué se construyeron las pirámides.

El capitalismo y el socialismo son invenciones de nuestra era?



Son dos formas de entender la historia antagónicas?



Depende.



Echemos un vistazo a la historia, remontando hasta el antiguo Egipto.

El sistema económico del antiguo Egipto entre el 3500 y el 2500 antes de Jesucristo puede considerarse como una mezcla de socialismo y capitalismo.

No existía el dinero, tampoco era necesario en una economía centralizada y planificada en la que todo pertenecía al patrón, dios, explotador y alimentador de su pueblo.

La organización económica se basaba en una rígida planificación al estilo del socialismo real, presidida por el faraón y controlada por una burocracia formada por sacerdotes administradores.

Todos los productos (agrícolas, pesqueros, mineros, artesanía y manufacturas) eran propiedad del estado, esto es, del faraón; cuyos administradores los recogían y almacenaban hasta que se ordenara su distribución.

Frente al exterior el estado era un monopolio de un único propietario capitalista de tierras, medios de producción y materias primas. El faraón tenía también, el monopolio del comercio exterior.



Era por así decirlo el único capitalista de un estado organizado en una economía socialista.

Todos comían del pan del Faraón, desde los príncipes hasta los campesinos, pasando por soldados, funcionarios, sacerdotes…



Podemos imaginarlo:

Un día aparecía el faraón y decía aquello de “Nilo, crece”…

Días más tarde el Nilo crecía e inundaba los campos que ya estaban preparados para la siembra (ahora conocemos las causas por las que crece el Nilo, pero en aquella época era otra cosa).

Meses más tarde se procedía a la siega y recogida de los productos de la cosecha, y su traslado a los almacenes.



El sistema era efectivo, tanto que empezó a padecer un problema. Exceso de mano de obra.



¿Por qué iba a alimentar el faraón a los campesinos que solo trabajaban para la siembra y la cosecha?, Al fin y al cabo la crecida del Nilo era obra y gracia del propio Faraón…



Alguien tubo una brillante idea: “pues que amontonen piedras el resto del tiempo y que se ganen el pan con el sudor de su frente”.



Y así surgió la idea de las pirámides, que puso en movimiento no solo a los campesinos sino a todo el pueblo egipcio: Canteros, artesanos, barqueros, peones, sacerdotes, funcionarios, administradores y técnicos…



Todos comían el pan del Faraón y todos trabajaban para el faraón al 100%.

No había paro ni fuerza de trabajo desperdiciada.

Por tanto las pirámides no tenían una finalidad religiosa sino económica.

Lo que vemos en las pirámides no es la voluntad religiosa de un faraón sino la acumulación del esfuerzo laboral de un pueblo para ganarse el derecho a comer y sobrevivir.



Han pasado 5000 años y ahora nos encontramos con una situación similar, para sobrevivir se nos exige trabajar pero ya no hay pirámides que construir… Ni tan siquiera adosados (los hemos construido todos)...



Tendremos que encontrar nuestra propia “pirámide” para sobrevivir.



¿Alguien tiene una idea?...















miércoles, 1 de mayo de 2013

TABOR CIUDAD LIBRE

Tabor, la ciudad libre.


Como ya expliqué en una entrada anterior, hace muchos años, Tras la muerte de Jan Hus en la hoguera en 1415, se iniciaron por toda Bohemia una serie de revueltas.

Grupos de predicadores revolucionarios anunciaban el fin del mundo, anunciando la condenación eterna para los clérigos “Papistas” que acumulaban riquezas y exigían el pago de diezmos y otros impuestos.



Vamos lo que se entiende por un escrache en toda regla...



El pueblo y la baja aristocracia veía con buenos ojos a estos predicadores que denunciaban los abusos del clero y porque estaba interesada en la expropiaciones de los bienes de la iglesia.
Pero lo que empezó como una denuncia en pro de la pobreza evangélica acabo como una revolución contra todo tipo de propiedad privada.

Entonces nuestro pobre Wenceslao rey de Bohemia, inoperante, que quería quitarse el yugo del Sacro Imperio Romano y Germánico tubo que pedir ayuda a su hermano el emperador Alemán y al Papa.
Los revolucionarios se organizaron en torno al monte Tabor, en el que se fundo una sociedad sin clases. Los habitantes procedentes de cientos de aldeas y pueblos cercanos se asentaron en ese lugar y con la fuerza impulsora de la teología derivada de Jan Hus, la masa de campesinos y artesanos y la organización militar de la pequeña nobleza pusieron en jaque al pusilánime Wenceslao y a sus aliados.
En el año 1420 casi toda Bohemia estaba en llamas, el legado pontificio decreto una cruzada contra los husitas, pero lo que consiguió fue que la ciudad de Praga se revelase contra el Rey, y el Papa.

Los Taboritas acudieron en ayuda de Praga y los partidarios del Papa y del Emperador, casi todos alemanes, tubieron que salir por patas.
ZISKA, lider militar de los Taboritas.
El emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Segismundo, que como ya he contado en otra entrada era el hermano listo de Wenceslao, acudio con su ejercito pero los cruzados fueron derrotados por las tropas de Ziska, líder militar de los Taboritas.

Las luchas intestinas entre desheredados y baja burguesía que deseaba los bienes expropiados a nobles y clero obligo a los Taboritas a luchar en dos frentes. La comunidad se vio obligada a imponer impuestos de vasallaje a los pueblos liberados, lo que supuso la liquidación efectiva de su ideario. Pasaron de ser pueblos liberados a pueblos sometidos...

A pesar de todo, los jinetes de Dios cabalgaron durante años, aunque acabaron actuando como bandas de feroces bandidos.

También hubo una versión pacífica de los husitas que rechazaba todo tipo de violencia, “Los hermanos Bohemios”, los hippies de la época, fundaron una comuna en el pueblo de Kunwald, mantenían una estructura familiar con un mínimo de propiedad privada y el resto de manera comunitaria.

Al final fueron admitidos por el Conde Zinzendorf en su feudo y todos ingresaron en una comunidad “Pietista” en Sajonia.

Y después de tanto embrollo quien acabó llevándose el gato al agua?...

Pues la pequeña burguesía y la baja nobleza, que después de apoyar a los Taboritas les traicionó el favor del Sacro Imperio Romano Germánico.

El precio de la traición: El reconocimiento por parte de la iglesia de la propiedad de los bienes incautados. La nobleza rural y la burguesía urbana se quedaron con los bienes de la iglesia y aquí paz y después gloria...



Y Wenceslao ni las vio venir, ni marcharse...