miércoles, 1 de mayo de 2013

TABOR CIUDAD LIBRE

Tabor, la ciudad libre.


Como ya expliqué en una entrada anterior, hace muchos años, Tras la muerte de Jan Hus en la hoguera en 1415, se iniciaron por toda Bohemia una serie de revueltas.

Grupos de predicadores revolucionarios anunciaban el fin del mundo, anunciando la condenación eterna para los clérigos “Papistas” que acumulaban riquezas y exigían el pago de diezmos y otros impuestos.



Vamos lo que se entiende por un escrache en toda regla...



El pueblo y la baja aristocracia veía con buenos ojos a estos predicadores que denunciaban los abusos del clero y porque estaba interesada en la expropiaciones de los bienes de la iglesia.
Pero lo que empezó como una denuncia en pro de la pobreza evangélica acabo como una revolución contra todo tipo de propiedad privada.

Entonces nuestro pobre Wenceslao rey de Bohemia, inoperante, que quería quitarse el yugo del Sacro Imperio Romano y Germánico tubo que pedir ayuda a su hermano el emperador Alemán y al Papa.
Los revolucionarios se organizaron en torno al monte Tabor, en el que se fundo una sociedad sin clases. Los habitantes procedentes de cientos de aldeas y pueblos cercanos se asentaron en ese lugar y con la fuerza impulsora de la teología derivada de Jan Hus, la masa de campesinos y artesanos y la organización militar de la pequeña nobleza pusieron en jaque al pusilánime Wenceslao y a sus aliados.
En el año 1420 casi toda Bohemia estaba en llamas, el legado pontificio decreto una cruzada contra los husitas, pero lo que consiguió fue que la ciudad de Praga se revelase contra el Rey, y el Papa.

Los Taboritas acudieron en ayuda de Praga y los partidarios del Papa y del Emperador, casi todos alemanes, tubieron que salir por patas.
ZISKA, lider militar de los Taboritas.
El emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Segismundo, que como ya he contado en otra entrada era el hermano listo de Wenceslao, acudio con su ejercito pero los cruzados fueron derrotados por las tropas de Ziska, líder militar de los Taboritas.

Las luchas intestinas entre desheredados y baja burguesía que deseaba los bienes expropiados a nobles y clero obligo a los Taboritas a luchar en dos frentes. La comunidad se vio obligada a imponer impuestos de vasallaje a los pueblos liberados, lo que supuso la liquidación efectiva de su ideario. Pasaron de ser pueblos liberados a pueblos sometidos...

A pesar de todo, los jinetes de Dios cabalgaron durante años, aunque acabaron actuando como bandas de feroces bandidos.

También hubo una versión pacífica de los husitas que rechazaba todo tipo de violencia, “Los hermanos Bohemios”, los hippies de la época, fundaron una comuna en el pueblo de Kunwald, mantenían una estructura familiar con un mínimo de propiedad privada y el resto de manera comunitaria.

Al final fueron admitidos por el Conde Zinzendorf en su feudo y todos ingresaron en una comunidad “Pietista” en Sajonia.

Y después de tanto embrollo quien acabó llevándose el gato al agua?...

Pues la pequeña burguesía y la baja nobleza, que después de apoyar a los Taboritas les traicionó el favor del Sacro Imperio Romano Germánico.

El precio de la traición: El reconocimiento por parte de la iglesia de la propiedad de los bienes incautados. La nobleza rural y la burguesía urbana se quedaron con los bienes de la iglesia y aquí paz y después gloria...



Y Wenceslao ni las vio venir, ni marcharse...

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